Mi intención es aportar desde la medicina y no insistir en el dolor. No pretendo aleccionar tampoco, pero si sobrepasar la experiencia que nuestro imaginario reduce a una sonrisa cuando hablamos de felicidad. Hace un par de días, el titular de un artículo de un periódico cautivó mi atención, me invitó a leer y a buscar un poco más de información pues detrás había algo realmente fascinante para mí: los efectos en el cuerpo cuando hay contacto con la naturaleza.
Es común que nuestra cotidianidad en nuestros sitios de trabajo nos consuma y nos impulse incluso, según nuestras responsabilidades, a dar más horas de trabajo que las usuales. Estoy segura de que muchos, al igual que yo, amamos lo que hacemos y damos lo mejor de nosotros para que avanzar en nuestros objetivos. La competencia en los mercados hace que percibamos un ritmo siempre acelerado, pero no olvidemos que nuestro cuerpo y nuestra mente necesitan atención.
Todos necesitamos un chineito que nos permita de vez en cuando oxigenarnos para cargar baterías y seguirle el ritmo al entorno. Dirán que la mayoría de las veces es difícil, pero hay que hacer lo propio, para cambiar de ambiente, resguardar nuestra salud y en consecuencia nuestro rendimiento integral.
El artículo hablaba de cómo en Japón el término Karoshi- muerte por exceso de trabajo, está dando un viraje a otro que busca en la naturaleza y sus bosques un espacio para recuperar la paz y el equilibrio. Me refiero al vocablo Shinrin Yoku – acuñado por el Gobierno Nipon, y que propone dejar que la naturaleza entre por los 5 sentidos para lograr esa paz que nos llevará a la felicidad.
Dar paseos por un entorno natural concentrando al cuerpo y la mente en lo que ahí ocurre olvidando los problemas, es considerado hoy en ese país como medicina tradicional con carácter preventivo. Al parecer el efecto positivo tienen que ver con el contacto que ha tenido el hombre en su evolución con la naturaleza. Ahí se siente más cómodo y a gusto.
Los efectos de este contacto resultan maravillosos según los estudios, pues pasear por los bosques desciende el cortisol, la actividad sanguínea y la actividad del nervio simpático, esto además de que mejora el sistema inmunológico.
El trabajo es una parte importante en nuestra vida, gracias a él usted y yo hemos construido nuestras vidas y muy posiblemente hasta hemos empujado las de los miembros de nuestra familia. La responsabilidad y el amor por lo que hacemos no debe desaparecer nunca porque si lo hacemos siempre veremos con alegría los resultados.
En esta ruta y durante el camino, no olviden nunca incluir una parada para cargarse de energía y refrescar la mente con técnicas que le permitan encontrar un equilibrio emocional y les brinde paz para estar en el trabajo y el hogar con felicidad.
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